- Con una asistencia de 158,679 personas, en sus dos sedes, el MNA y el Salón Iberoamericano de la SEP, concluyó esta magnífica muestra
- La exhibición reunió a más de mil 500 obras patrimoniales, muchas repatriadas en esta administración, gracias a múltiples esfuerzos nacionales e internacionales
El domingo 14 de agosto, luego de concluir el horario extendido de 09:00 a 18:00 horas, que se habilitó para los visitantes del Museo Nacional de Antropología (MNA) y del Salón Iberoamericano de la Secretaría de Educación Pública (SEP), finalmente ambas sedes cerraron las puertas de la magna exposición temporal La Grandeza de México.
Debido al éxito que tuvo esta exhibición entre los ciudadanos mexicanos y el público extranjero, que se dieron cita a lo largo de once meses en sus dos sedes en la Ciudad de México –en Chapultepec y el Centro Histórico- se hicieron las gestiones necesarias para extender la instalación hasta este 14 de agosto, pues de inicio, finalizaría en abril pasado.
Organizada por la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, la muestra, que fue inaugurada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a fin de conmemorar, desde septiembre del pasado 2021, el bicentenario de la consumación de la Independencia nacional y los 500 años de resistencia indígena en nuestro país, dio la bienvenida y vio recorrer sus pasillos al último de los 158,679 visitantes en sus dos sedes.
La instalación, resaltó la secretaria de Cultura federal, Alejandra Frausto Guerrero, fue el producto de una suma de esfuerzos nunca antes vista, que implicó la sincronización de voluntades, tanto comunitarias como globales, para reunir en dos icónicos espacios más de mil 500 obras históricas, documentales, escultóricas, paleontológicas, artísticas y etnográficas. “Cada una de las piezas que se mostraron representa una parte importante de nuestra identidad y de la grandeza que es nuestra cultura”.
Cabe destacar que en La Grandeza de México se dieron cita destacados objetos patrimoniales, muchos de ellos pocas veces vistos en nuestro país, como el Mapa de Uppsala, prestado temporalmente desde Suecia, o el imponente meteorito de Charcas, resguardado en Francia y trasladado al MNA, gracias a las gestiones de la presidenta honoraria de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México, Beatriz Gutiérrez Müller.
Parte esencial de este diálogo circular que impulsó dichos traslados temporales, se ejerció de igual manera con las comunidades indígenas de nuestro país. Así, por ejemplo, pudo exhibirse por primera vez a la Gobernante de Amajac; una monumental escultura descubierta en enero de 2021 en la comunidad de Hidalgo Amajac, en la Huasteca veracruzana.
Asimismo, en el MNA destacó el préstamo de un conjunto de obras escultóricas procedentes del Museo de Sitio de la Zona Arqueológica de Ndachjian-Tehuacán, Puebla.
A la par, también sobresalió el montaje dentro del Salón Iberoamericano de la SEP, de una selección de exvotos de la época virreinal, figurillas prehispánicas, hachuelas y objetos de pequeño formato elaborados en cobre, entre otros bienes culturales, que forman parte de las más de 8 mil 970 piezas que se han repatriado a México producto de decomisos en el extranjero, de subastas que han logrado cancelarse vía diplomática, así como de restituciones voluntarias hechas por cada vez más gobiernos, instituciones y ciudadanos particulares concientizados gracias a proyectos de la Secretaría de Cultura, como la campaña #MiPatrimonioNoSeVende.
Un caso puntal de este patrimonio recuperado fue el revólver histórico perteneciente al caudillo José Doroteo Arango, mejor conocido como Francisco Villa, el cual fue entregado al presidente López Obrador por su homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel; dicha pieza fue integrada al recorrido de la exposición en el MNA.