Por María Jaramillo Alanís
Desde Mi Trinchera…
Bastó una semana para comprobar que la realidad superó por mucho lo que se sabía en la calle: Vaca y su pandilla saquearon el erario, arruinaron a Tamaulipas. El Gobernador que elegimos, Américo Villarreal Anaya, ocupa que le echemos las dos manos, algo básico; no estorbemos y confiemos que meterá a la cárcel a los bandidos de los vientos del cambio.
La primera semana de gobernar y escudriñar, lo que no permitieron ver ni entregar, Vaca y su gabinete, el gobernador Villarreal Anaya y colaboradores, encontraron un desastre financiero, administrativo e irregularidades, que los que se fueron trataron de ocultar a toda cosa, sin embargo hoy que se tiene el control gubernamental, el gobierno de la 4T abre un cajón y saltan tarántulas, culebras y sobre todo, ratas con todo y sus nombres.
Los tamaulipecos, los echamos a patadas el 5 de junio, porque sabíamos que sí, que eran ladrones, que tenían empresas fachada, que triangulaban dinero del erario a sus cuentas personales, toca exigir al gobernador Villarreal Anaya, que se aplique la ley contra quienes robaron dineros públicos y bienes que son de la hacienda pública, las acciones penales tienen que ir por delante, y la mano de la justicia tendrá que alcanzar hasta el más pequeño de los ladrones cómplices de Vaca.
Le paso los datos para que sepan: en la Secretaría de Salud, donde mandaba la impresentable Gloria de Jesús Molina Gamboa, abandonaron a su suerte hospitales y más grave aún a los pacientes.
- Abandonada en sus obligaciones e infraestructura, sin la confianza ciudadana que dejó de acudir a sus instancias, en detrimento de su patrimonio y salud.
- Contrato multianual con Intercontinental de Medicamentos S.A. de C.V, por 1,150 millones de pesos, sin suministrar desde el segundo bimestre de 2022, generando desabasto, y con precios adulterados.
¿Y sabe de quién es la tan mencionada empresa proveedora de medicamentos? Bernardo Pasquel Méndez, con quien Vaca trianguló dineros de manera ilícita, inmiscuida también en la filtración de videos contra el Presidente Andrés Manuel López Obrador y su hermano Pío.
Lo menos que se dice de Pasquel Méndez es que es “un pez grande y gordo” y hasta ahora, sigue haciendo negocios con otros entes de gobierno impunemente.
– Nuevo Hospital General de Ciudad Madero, suspendió sus obras y presenta un 61.6 por ciento de avance, con severas fallas estructurales, con equipo embodegado, sin garantía por haberse comprado años antes de su instalación.
-Equipamiento del nuevo Hospital General de Matamoros igual sin garantía, y tampoco puede instalarse.
En la Secretaría de Educación donde manda galleta Lucía Aimé Castillo Pastor, ex del equipo de Héctor Garza González-quien por cierto, trabajó para la campaña de los prianistas-
El Estado abandonó a niños y jóvenes estudiantes; sostuvo una política de irrespeto y desconsideración a maestros y personal de centros educativos; un total desorden y por ende, un desastre administrativo.
Existe en la SET desviaciones por el orden de los 2 mil 96.5 millones de pesos, provenientes de fondos y programas de los ejercicios del 2016 al 2020, detectadas por la Auditoría Superior de la Federación.
En el área de Finanzas donde la matamorense Adriana Lozano, pretende echar huesos viejos, pero antes tiene que aplicarse porque durante la conferencia de prensa se vio pobre en su narrativa.
Aquí se encontró que el Estado lo dejaron arruinado y maliciosamente saqueado, las víctimas son las y los tamaulipecos.
La deuda pública acumulada oscila en los casi 16 mil millones de pesos, y obviamente generará acciones políticas y legales contra los que se fueron y manejaron los dineros públicos como tiendita personal
Durante este año el Gobierno Federal envió 56 mil millones de pesos de presupuesto a Tamaulipas; al 1 de octubre solo se dejó 7 millones, y existe un déficit de 2 mil millones de pesos para el gasto del último trimestre del año.
En la Secretaría de Seguridad Pública no cantan mal las rancheras.
Hoy los tamaulipecos tienen Instituciones devastadas, pues el gobierno anterior no solo reformó ilegalmente leyes y diezmando las competencias ejecutivas, sino que además, dejó una secretaría desmantelada.
De la flota de 785 unidades, solo se encuentran activas 343, es decir que solo 4 de cada 10 están en funcionamiento.
Falta mantenimiento a instalaciones del complejo; limitaciones en equipo antimotines; en los CEDES inhibidores de señal obsoletos; área de alimentos en pésimas condiciones; no hay manuales de organización y procedimiento oficiales.
A decir del gobernador Villarreal Anaya, las carencias y la devastación causada por cabecismo, no los ha detenido, “en coordinación con el gobierno federal, garantizamos la seguridad ciudadana”
Y en la Secretaría del Bienestar, la otra impresentable, Yahleel Abdala Carmona hizo bien su chambita; creando un caos propio del clientelismo electoral, borraron todas las huellas de las malversaciones; desorden en la adscripción del personal, no hay perfiles de los cargos, no hay base de datos de los titulares de comités y coordinadores.
Salió buena para gastar la Yahleel, pues el 79.40% del presupuesto ya se gastó, dejando solo el 20.60% para concluir el periodo 2022.
La dependencia tiene un adeudo, -de septiembre-, de 4.8 millones de pesos a 301 beneficiarios del Proyecto Generadores de Bienestar.
Y en Obras Públicas la victorense Cecilia del Alto, le podrían dar el premio por su harta capacidad para desaparecer los libros blancos, es fecha que no los hallan.
Ahí se ha encontrado también falta de transparencia y desorden administrativo propio de la corrupción institucionalizada. Concentración de contrataciones, ampliación injustificada de los presupuestos y diferencias inexplicables.
Los números provocan suspicacia y dan cuenta de las razones por las que evitaron a toda costa rendir cuentas y entregar correctamente en tiempo y forma.
De los 22 mil millones en obras contratadas, estas muestran sobrevaloración de entre un 22% y un 25%, correspondientes a los ‘moches’ que exigían; 4 mil 868 millones en el período anterior.
Diez empresas fueron las ganonas siempre, el 1.8% de las 561 contratadas, recibieron la mayor parte del presupuesto.
Para el actual Secretario de Obras Públicas, Pedro Cepeda Anaya, aseguró que no se detendrá la construcción de la autopista Tamaulipas-Bajío, pero que hay 2 mil 502 contratos sin expedientes únicos o libros blancos. Se van a buscar y analizar cada uno.
Y que de las 10 empresas que acapararon más de mil millones de pesos del presupuesto, todas aparecen con el mismo representante legal.
Jesús Lavín Verástegui, secretario de Administración dijo, -para ripley-, que se encontraron con documentos con firmas apócrifas, “aviadores”, compensaciones fuera de tabulador, presiones a servidores públicos para firmar por menos de lo recibido y con amenazas, cobros de personal que no laboraba, cerca de 500 jefes de departamento y superiores, con antigüedad de menos de 6 años con bases laborales, quienes se niegan a presentar su renuncia para provocar conflictos laborales.
Eso sí, dijo el Dr. Lavín que se va a proceder jurídicamente
Américo Villarreal Anaya, sostuvo que todas las irregularidades y carencias las atenderán a la brevedad para dar respuestas a los problemas de la población y que trabajarán con el mayor empeño para poder restablecer el orden, la operatividad y eficiencia en la atención y el servicio público.
Subrayó “El hecho de que nosotros sí vayamos a trabajar para resolver el desastre heredado, no exime a aquellos que no cumplieron; no habrá impunidad; voy a trabajar en regresar la grandeza a nuestro querido estado, con trabajo honesto y en equipo, con todo el respaldo del presidente Andrés Manuel López Obrador”
Con todo esto aún hay quienes defiende lo indefendible: Vaca y sus cuates se sirvieron con la cuchara grande, el presupuesto de Tamaulipas sirvió para comprar ranchos, conciencias y protección. Dineros que deben estar en algún paraíso fiscal.
Los tamaulipecos esperamos que todos los involucrados en el robo de dineros y bienes públicos, sean encarcelados, digo de nuevo, sino es así, serán cómplices.
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.