Por María Jaramillo Alanís
Sí, me gusta la frontera tamaulipeca por su gran movilidad y costumbres que llegan de lejos, esa simbiosis que adquieren los reynosenses que cohabitan con los de Tabasco, Veracruz, Chiapas, Guanajuato o Chihuahua, incluso con los migrantes de Haití, Cuba, Brasil, China.
Me gusta de Matamoros a Nuevo Laredo, sin olvidar la frontera chica, conocida también como ‘la ribereña’, dirán que uno está loco o loca, pero es allá donde se vive la realidad de un país, y es también, un valladar cultural.
Los fronterizos tienen otra piel, son sobrevivientes de la guerra fratricida que el espurio Felipe Calderón, “el Soldadito del Imperio”, (como lo bautizó el comandante Chávez) emprendió contra los cárteles del crimen organizado locales.
Y esa guerra no solo prohijó más violencia, sino que también enriqueció a Genaro García Luna, hoy encarcelado en Estados Unidos.
Esa guerra no acabó a la llegada de Peña Nieto, sino que los grupos delincuenciales, fortalecieron su control en las rutas del trasiego de drogas y tráfico de personas. Los gobiernos federales –Fecal y Peña-y algunos locales, como el de Vaca y Egidio Torre Cantú, le dieron una patente de corso y desde entonces (Aunque Juan Nepomuceno Guerra y sus hijos sean los principales fundadores de los grupos criminales) son dueños de nuestro territorio, el lugar común dónde vivimos.
Luego los gobiernos federales y estatales, regalaron terror día y noche a los ciudadanos el terror para luego vendernos seguridad, seguridad que jamás llegó.
Vaca y César Verástegui “El Truko” pactaron con los criminales, simularon que había paz y tranquilidad en las ciudades y carreteras. A siete meses de que echamos al panismo, esos grupos con los que pactaron y estuvieron al servicio del prianismo, se disputan las rutas de las drogas y del tráfico de personas.
Hay que recordar que el pacto por México, es el origen del dinero corruptor de Francisco N, y el otro origen, el de la política, Vaca es ahijado de Tomás Yarrington quien hizo perder a su compadre y compañero de partido, Humberto Valdéz Richaud, en la elección por la alcaldía de Reynosa.
La guerra de los panistas FeCal y García Luna contra los grupos del narco, se diseminó por Tamaulipas, y a pesar de los más de 12 mil desaparecidos, -solo en Tamaulipas-, y los cientos de asesinatos, el des-gobierno de Vaca, concluyó con una deuda social en materia de seguridad.
Y además negándonos el esclarecimiento de los tres asesinatos de periodistas; Carlos Domínguez y Héctor González Antonio perpetrados en el 2018 y el de Antonio de la Cruz y su hija Cinthya como colofón de un gobierno nacorepresor, en el 2022, todos siguen en la impunidad.
A pesar de toda la historia negra que ensombrece a Tamaulipas, la llegada de Américo Villarreal Anaya al gobierno estatal, se percibe que hemos llegado al final del túnel y que ya vimos la luz.
El Gobernador Villarreal Anaya, promueve 38 proyectos que le darán a Tamaulipas el impulso que necesita para que se enraícen las inversiones mexicanas y extranjeras y para que los tamaulipecos gocen de una vida más digna.
Tamaulipas ha parido mujeres y hombres trabajadores y valientes, es cierto, también heroicos, como afirma el presidente Andrés Manuel López Obrador, porque nadie en su sano juicio se hubiese atrevido a llevarle las contras a un grupo de mafiosos que encabeza Vaca y parentela.
Hay que decirles que los hechos ocurridos en Tamaulipas en los últimas semanas, como violencia en puntos focalizados de la frontera y San Fernando y hasta Jiménez, magnificada por las y los periodistas al servicio de Vaca, y del presupuesto que le esquilmaron a Tamaulipas, son justamente eso, una guerra mediática y mugrosa.
El gobierno de la república reforzó la seguridad, de manera coordinada con el gobierno de Tamaulipas y con la secretaría de la Defensa Nacional y la Guardia Nacional.
No se necesita ser muy inteligente para saber de dónde viene la campaña mediática contra el gobernador Américo Villarreal y contra Tamaulipas; Vaca y secuaces que siguen sin entender que perdieron el poder, por más dinero que les inyecten a los columnistas como Ciro Gómez, de Mauleón, y a los de huarache…PERDIERON y eso es irreversible.
Me encanta Tamaulipas y me encanta cada ciudad fronteriza, les digo que ya estamos del otro lado, mandamos a Vaca y caterva de ladrones a robar a otra parte, lo que viene es volverles a dar una zapatiza y sepultarlos en lo más negro del basurero de la historia.
Como veo doy…
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.
