La realidad de Salud

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Por María Jaramillo Alanís

Definitivamente no es suficiente que se trate de poner orden en la Secretaría de Salud y toda la red de hospitales estatales y centros de salud, pues por un lado están las buenas intenciones y por otro rumbo, las decisiones del personal que labora en ellos.

Quiero creer que también están de mal humor por el extremoso clima que nos agobia, solo que quien acude a los centros hospitalarios, lo hacen no por gusto, sino porque se sienten tan mal que suponen que encontrarán una sonrisa, una palmada, un ‘no se preocupe, todo estará bien’ y nada, lo que hallan son malos modos, desatención, y triste, un valemadrismo propio del gobierno de Vaca.

La indicaciones del gobernador Américo y de Vicente Joel Hernández Navarro, secretario de salud, han sido la de dar prioridad a la dignidad en la atención, a proporcionar un servicio médico de calidad con calidez.

El gobernador Américo da la orden de atención médica esmerada y los empleados se niegan a acatarlas y con sus malas decisiones se llevan entre las ‘patas’ las buenas intenciones de la administración estatal.

Todos conocemos al Hospital Civil, más de cien años de haberse fundado, por muchos años abandonado a su suerte, en pésimas condiciones en infraestructura y equipamiento médico y además, durante décadas fue el único que atendía a la población rural, la más desprotegida, la más pobre.

Sigue estando en el centro de nuestra ciudad, y la atención médica en urgencias dista de ser buena, ni los datos de los pacientes registran y si te va bien, te atienden, pero a mi yerno le fue como en feria, le tocó en suerte la joven doctora Paola Garza que lo miró de reojo, y le dijo; ‘siéntese ahí, ahorita lo atiendo’, pasada una hora se olvidó de el, que llevaba náuseas, presión arterial 80/55 (que yo misma cheque antes de ir al médico) dolor de cabeza y una sudoración excesiva, quizá golpe de calor.

Pareciera más un asunto de discriminación y prejuicios ,que los médicos no pueden mostrar ante un paciente tatuado o bizco o mutilado, hay que recordarles el juramento de Hipócrates, que a muchos se les olvida.

Ir a esta hora al hospital,(mediodía) no es por joderle la vida, ni a la doctora Garza ni a nadie, es para que el clima no le joda la vida a mi yerno.

Terminamos en Similares porque saldría peor el remedio que la enfermedad y lo que urgía era regresar a la casa a buen resguardo, nada que no arreglen unos sueros, vitaminas y la recomendacion sabihonda ; “No se ande asoleado”, un pinche diagnóstico y receta que ya sabíamos.

Pelean los puestos de trabajo con dientes y uñas y cuando se requiere su atención se olvidan de la materia prima que no es otra que las PERSONAS y la VIDA.

Siempre es frustrante no encontrar empatía con los empleados de la salud, en este caso del Civil, y que echen al bote de la basura todo lo bueno que se ha logrado en el sistema hospitalario de Tamaulipas, solo les pedimos humanidad y empatía con las personas que acuden.

Ojalá no exista una próxima , pero por si las moscas, nos vamos al Angeles del Pedregal aunque sea al de Tampico, de perdido tienen excelente aire acondicionado.

Desde Mi Trinchera Vietnamita más Janambre que nunca.

#hospitalcivil #secretariadesaludtamaulipas

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