- Las corrientes oceánicas son impulsadas por los vientos, las mareas y las diferencias de densidad del agua.
R. Vásquez|Fuser News
Veinte años después del estreno de la película El día de mañana, donde el granizo, las tormentas y las fuertes nevadas tomaron la pantalla grande, los efectos del cambio climático en el planeta parecen recrear algunas de esas escenas.
Si el calentamiento global interrumpe la circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus siglas en inglés), que es crucial para transportar el calor de los trópicos a las latitudes septentrionales, ¿cómo serían los cambios del clima?
Los instrumentos instalados en el océano a partir de 2004 muestran que su circulación se ha ralentizado de forma observable durante las dos últimas décadas, posiblemente hasta su estado más débil en casi un milenio.
También, los estudios climáticos sugieren que la circulación alcanzó un peligroso punto de inflexión en el pasado que la envió a un precipitado e imparable declive, y que podría llegar a ese punto de inflexión nuevamente, a medida que el planeta se calienta y los glaciares y las capas de hielo se derriten.
•Nueva investigación
En una nueva investigación en la que se utilizó la última generación de modelos climáticos de la Tierra, se simuló el flujo de agua dulce hasta que la circulación oceánica alcanzara ese punto de inflexión.
Los resultados mostraron que la circulación podría detenerse por completo en el plazo de un siglo de alcanzar el punto de inflexión y que se dirige en esa dirección.
De ocurrir esto, las temperaturas medias descenderían varios grados en Norteamérica, partes de Asia y Europa, y las consecuencias serían graves y en cascada en todo el mundo.
Sin embargo, los expertos climáticos encontraron una señal de alerta temprana basada en la física que puede alertar al mundo cuando la circulación del océano Atlántico se acerque a su punto de inflexión.
- Cinta transportadora del océano
Los efectos del cambio climático también se ven en las corrientes oceánicas, impulsadas por los vientos, las mareas y las diferencias de densidad del agua.
En la circulación del océano Atlántico, el agua superficial relativamente cálida y salada cerca del ecuador fluye hacia Groenlandia.
Durante su viaje atraviesa el mar Caribe, hace un bucle en el golfo de México y luego fluye a lo largo de la costa este de Estados Unidos antes de cruzar el Atlántico.
Esta corriente, también conocida como corriente del Golfo, lleva calor a Europa. A medida que fluye hacia el norte y se enfría, la masa de agua se vuelve más pesada.
Por lo que, al llegar a Groenlandia, empieza a hundirse y a fluir hacia el sur. El hundimiento del agua cerca de Groenlandia arrastra agua de otras partes del océano Atlántico y el ciclo se repite, como una cinta transportadora.
Por otra parte, demasiada agua dulce procedente del deshielo de los glaciares y de la capa de hielo de Groenlandia puede diluir la salinidad del agua, impidiendo que se hunda, y debilitar esta cinta transportadora oceánica.
En este caso, una cinta transportadora más débil transporta menos calor hacia el norte y también permite que llegue menos agua pesada a Groenlandia, lo que debilita aún más su fuerza. Una vez que alcanza el punto de inflexión, se detiene rápidamente.
•¿Qué le ocurre al clima en el punto de inflexión?
De acuerdo con el estudio, publicado en el portal “The Conversation”, la existencia de un punto de inflexión se observó por primera vez en un modelo excesivamente simplificado de la circulación del océano Atlántico a principios de los años 60.
En la actualidad, los modelos climáticos más detallados indican una continua ralentización de la fuerza de la cinta transportadora por el cambio climático. Sin embargo, en estos modelos climáticos no parece haber una interrupción brusca de la circulación del océano