- Denuncias apuntan a directora del Centro; la acusan hasta de pedir moches a constructora
- Comprometen el patrimonio histórico y obstaculizan la investigación
Por María Jaramillo Alanís/ Segunda Parte
La denuncia pública contra la directora del Centro INAH en Tamaulipas, Tonantzin Silva Cárdenas, por su falta de profesionalismo, destapó la cloaca en la que se ha convertido esta delegación que debiera procurar la salvaguarda íntegramente del patrimonio histórico de esta entidad, incentivar la investigación y destacar en la región por la riqueza con la que cuenta Tamaulipas, mucha de ella aún sin explorar, pero no es así.
Apenas la semana pasada Fedora Aimeé Hernández García denunciaba a Mi Trinchera Vietnamita el calvario que le hicieron pasar tanto la directora del centro INAH como la camarilla de familiares y empleados que tiene a su disposición desde hace más de una década, hasta llegar al grado de ocasionar que cursara dos veces la carrera de Arqueología (Fedora Aimeé es arqueóloga a pesar del INAH Tamaulipas. – Mi Trinchera Vietnamita).
Casi como en cascada y luego de que la denuncia trascendiera, se fueron sumando una a una, nuevas acusaciones en contra de la funcionaria federal.
Por despido injustificado, manejo inadecuado de recursos asignados a los investigadores, acoso laboral, el Centro INAH Tamaulipas ahora mismo se encuentra en el ojo del huracán.
Y es que, lo que menos hace en Tamaulipas es cuidar del patrimonio histórico y arqueológico; su directora Tonantzin Silva Cárdenas, mantiene un conflicto de intereses con su esposo Jesús Velazco, dañando a otros trabajadores. La lista de denuncias es de tres ahora mismo (dos ante el órgano interno del INAH y una más en la Secretaría de la Función Pública).
El contador Gilberto Vega Perales, administrador y ex colaborador de la arqueóloga Tonanztin Silva, sostiene en entrevista: “nunca pensé que lo que hacía contra investigadores, empleados y estudiantes como el caso de Fedora Aimeé (Hernández García), me lo hiciera a mí, a quien ella decía que era su amigo… me equivoqué”
Vega Perales, narra las bajezas de la directora Silva Cárdenas del Centro INAH, “quizá sean cosas menores, pero yo detallé en las denuncias, el acoso, sus groserías, la falta de respeto, el pago indebido a los investigadores, como el caso del arqueólogo Estaban Avalos Beltrán que rescataba Las Flores, a quién el INAH pagaba por su trabajo y al mismo tiempo tenía una beca de CONACYT, cosa totalmente ilegal, todo eso lo documenté y a ella no le gustó”
Desde el 2014 al 2019 Vega Perales laboró para el Centro INAH por medio de proyectos y contratos.
-En junio del 2019 me nombran el administrador hasta el 2021 cuando todo cambia, dijo.
_Si usted sostiene que la directora lo consideraba su amigo, ¿en qué momento se inicia el conflicto?
“Es a la entrada del arqueólogo Esteban Avalos Beltrán, pues se realizan cambios al interior del Instituto, incluso de actitudes de la directora hacia los empleados e investigadores, pues prácticamente sus ojos estaban sólo en Avalos , y claro, los recursos”.
Sostiene que la situación laboral brincó hacia una situación personal contra él y su trabajo, “y todo provenía de que Ávila le hablaba al oído a la directora y ella obedecía, no sé cuáles sean las razones y no me atrevería acusarlos de nada que no sea lo meramente institucional”
El INAH y los moches a empresa HYCSA
Los conflictos van mucho más allá de un despido o del acoso laboral, lo más grave del Centro INAH es que la directora ha pasado por alto la destrucción de hallazgos, como es el caso de las tumbas en Ocampo, donde la empresa HYCSA que construye la autopista Ocampo Tamaulipas-Tula- Bajío, se llevó de encuentro los vestigios, mientras que Silva Cárdenas guardó silencio sepulcral.
Y, aunque la construcción de la carretera Mante-Ocampo-Tula dejó a la vista el pasado prehispánico de la huasteca tamaulipeca de una antigüedad de más de un milenio, lo que obligó a activar el rescate arqueológico es que en un par de basamentos circulares encontraron más de una decena de enterramientos humanos, sin embargo, una buena parte de este hallazgo, fue destruido por la misma empresa constructora.
Lo que informó el INAH fue que encontraron los cuerpos de adultos ataviados con pendientes de concha y cuarzo verde en un sitio arqueológico ubicado en el poblado El Naranjo, Tamaulipas.
En su momento el INAH México informó mediante comunicado; “este proyecto es de suma importancia para la arqueología de Tamaulipas, ya que es uno de los hallazgos más relevantes en las últimas décadas, debido a la gran cantidad de información recuperada a través de registros detallados que, sin duda, dan paso a conocer más sobre la filiación biológica y cultural de las antiguas poblaciones que habitaron el territorio que hoy es Tamaulipas”
Pese a ello, el Centro INAH en Tamaulipas optó por pedirle “moches” en especie a la empresa, tal es el caso de gasolina, viáticos para sus investigadores, que curiosamente es el mismo Esteban Avalos Beltrán -el protegido de Silva- Las denuncias de Vega Perales ante el órgano interno del INAH en principio fueron “bateadas”, incluso avisaron a Silva Cárdenas del hecho y la recomendación fue: “¡Córrelo!” Y así, fue, lo echaron.
Sin embargo, al denunciar los hechos ante la Función Pública, esta le dio trámite correspondiente y ordenó al Órgano Interno del INAH su debida investigación, hasta el momento la red de complicidades de Tonantzin Silva Cárdenas están bajo investigación.
Afirma Vega Perales:
“No quiero la reinstalación, quiero que investiguen y vean lo mal que están las cosas con los recursos tan raquíticos que existen para investigar, proteger y pagar a investigadores en el cuidado de nuestra reserva histórica y arqueológica. Basta de mafias de pseudo intelectuales.
Por si fuera poco –abunda en la denuncia—cobraron cheques emitidos para una arqueóloga que realizaba un trabajo, por lo que al Centro INAH le urge una sacudida y una auditoría a fondo.
Segunda y contando…
