Por María Jaramillo Alanís
El Tercer Informe de Gobierno del presidente municipal de Ciudad Victoria, Lalo Gattás, pone de manifiesto los logros alcanzados durante su administración, subrayando la rendición de cuentas como un principio fundamental. Sin embargo, más allá de los números y las obras destacadas, es esencial analizar lo que estos avances significan para los victorenses y el impacto real en la calidad de vida de la población.
Uno de los aspectos más relevantes de este informe es el reconocimiento al apoyo invaluable del gobernador Américo Villarreal Anaya, quien ha sido clave en la ejecución de proyectos prioritarios para la capital de Tamaulipas.
Gracias a esta colaboración, se han aplicado recursos significativos en áreas críticas como el suministro de agua potable y la recolección de basura, problemas históricos que afectaban a la ciudad.
La administración de Lalo Gattás ha sido elogiada por su manejo responsable de los recursos públicos, destacando su política de austeridad y disciplina financiera.
No obstante, aunque se ha evitado el endeudamiento del municipio, surge la pregunta de qué si estos esfuerzos son suficientes para sostener a largo plazo las mejoras que se han realizado en la infraestructura y los servicios públicos.
En cuanto a los servicios públicos, la instalación y reparación de luminarias es un logro significativo, beneficiando tanto a la zona urbana como a la rural. Sin embargo, persisten retos como la necesidad de continuar con la modernización del alumbrado y la expansión de estos servicios a áreas que aún carecen de ellos.
En la obra pública, la inversión de más de 570 millones de pesos en rehabilitación y pavimentación es una realidad, y no lo ve el que no quiere.
Sin embargo, es importante que la ciudadanía vigile de cerca la calidad y durabilidad de estas obras, para evitar que se conviertan en inversiones de corto plazo sin impacto sostenido.
Uno de los proyectos más ambiciosos es la segunda línea del acueducto, que promete resolver de manera definitiva los problemas de suministro de agua en Victoria.
Este proyecto, con una inversión estimada de 1,800 millones de pesos, es sin duda una obra emblemática que podría marcar un antes y un después en la historia de la ciudad.
Sin embargo, la magnitud de esta obra también conlleva riesgos y desafíos que deberán ser gestionados con transparencia y eficiencia.
El informe también resalta los avances en el desarrollo económico, con un incremento en los empleos formales y un crecimiento en el índice turístico.
La llegada de más de 70 nuevas empresas a Victoria en 2024 es un indicativo de confianza en el futuro de la ciudad, aunque se requiere un esfuerzo continuo para asegurar que este crecimiento sea inclusivo y beneficie a todos los sectores de la sociedad.
Destacada es la labor del DIF Victoria, bajo la guía de Lucy Rodríguez de Gattás, cuya gestión ha sido fundamental en la puesta en marcha de programas sociales dirigidos a las familias más vulnerables. Este enfoque en el bienestar social es crucial para el desarrollo equilibrado de la ciudad.
Pero Lucy no ha estado sola, es de suma importancia considerar el apoyo irrestricto que ha tenido del Sistema DIF Tamaulipas, que lidera María Santiago de Villarreal.
En resumen, el Tercer Informe de Gobierno de Gattás arroja un balance positivo en términos de gestión y resultados, pero no debemos perder de vista los desafíos que aún persisten.
La transformación de Victoria es un proceso en curso, y el camino hacia una ciudad más fuerte y próspera requerirá de un liderazgo comprometido y de la participación activa de la ciudadanía.
La promesa de seguir construyendo una Victoria con más desarrollo, oportunidades y bienestar es alentadora, pero debe ir acompañada de acciones concretas y sostenibles que permitan a la ciudad no solo recuperar su esencia, sino proyectarse hacia un futuro con más certeza y equidad, y sobre todas las cosas, hacer hasta lo imposible para regresarle a la Capital la dignidad, limpieza, para que siga siendo una ciudad generosa.
Si, a Victoria hay que quererla siendo vigilantes, y denunciando lo que está mal, pero por favor, levante su basura, limpie la parte de calle que le toca, ¡colabore!
¡Victoria te quiero más!
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.
