Autora: María Jaramillo Alanís
Personajes Principales:
Vicente Verástegui: Diputado local y cañero, intenta proyectar una imagen de trabajador honesto. Sin embargo, su conexión con grupos delictivos y su relación con la iglesia católica revelan una historia más oscura.
Hombre 1 y Hombre 2: Ayudantes de Vicente, conocedores de las actividades turbias de su jefe.
Hombre armado: Uno de los secuestradores, que sabe más de la historia de Vicente de lo que parece.
Jefe de los secuestradores: Líder de los atacantes, motivado por viejas cuentas pendientes con los Verástegui.
El Truko: Hermano de Vicente, involucrado en actividades ilícitas, utiliza la política y la iglesia para ganar poder y legitimidad.
Ciro Gómez Leyva: Periodista que entrevista a Vicente (voz en off)
Padre Eduardo: Sacerdote católico cercano a la familia Verástegui, que encubre ciertos negocios bajo el manto de la iglesia.
Policías estatales: Representan la corrupción y la colaboración con el crimen organizado.
Acto 1: En el Rancho
Escena 1: Atardecer en el rancho de Vicente.
Él supervisa los cultivos junto a sus dos ayudantes. Hablan sobre la reciente visita del Padre Eduardo, quien bendijo el rancho y sus “negocios”. La tranquilidad se interrumpe con la llegada de un coche blanco y tres hombres en motocicleta.
Escena 2: Disparos y caos.
Los atacantes intentan tomar a Vicente, quien huye al cañaveral. En medio del escape, el Hombre armado le grita: “¡Ya no te van a salvar ni tus padrinos de la iglesia ni tus tratos sucios!”. Vicente se adentra en los matorrales, la amenaza en el aire.
Acto 2: La Persecución en la Oscuridad
Escena 1: Dentro del cañaveral, Vicente se esconde y escucha las órdenes del jefe de los secuestradores: “¡Ese cabrón bigotón cree que los rezos lo salvarán! ¡Pero aquí todos sabemos de sus tratos con el Cártel y ahora se alinea o lo alineamos! Vicente, agazapado, reflexiona sobre la delgada línea entre el uso de la devoción y la traición.
Escena 2: Llega una patrulla de la Policía Estatal, pero Vicente, duda de su lealtad y consciente de que ya no son los policías de su compadre, sus viejos aliados, decide mantenerse oculto. Recuerda en voz baja el secuestro de su hermano, al que nunca les regresaron y las complicidades que lo rodean, desde la política hasta la iglesia.
Acto 3: El Escape y la Entrevista
Escena 1: Vicente, tras una noche oculta, es encontrado por conocidos que lo llevan a casa. En su hogar, entre llantos de su familia, recibe una llamada de El Truko, quien le exige mantener el control de la situación y proteger la imagen de la familia. “Recuerda, lo que hacemos es por el bien de la comunidad. ¡La gente necesita creer que somos sus salvadores!”, le dice El Truko.
Escena 2: Entrevista con el periodista, donde Vicente relata su experiencia y denuncia la corrupción. Sin embargo, Ciro Gómez Leyva lanza preguntas incisivas que tocan la relación de los Verástegui con grupos delictivos y su estrecha conexión con la iglesia. “¿Realmente eres tan inocente como dices, diputado?”, cuestiona el periodista.
Escena 3: El Padre Eduardo aparece en la casa de Vicente para darle su “apoyo espiritual” y recordar la importancia de mantener la fachada de devotos católicos y benefactores de la comunidad. Entre rezos, Vicente muestra un rostro tenso, atrapado entre la fe y la realidad de su vida.
Acto 4: El Límite entre la Política, la Fe y el Crimen
Escena 1: Vicente, solo, reflexiona sobre los beneficios que ha obtenido de sus alianzas oscuras. Rememora las veces que la iglesia lo protegió de investigaciones y cómo la política le permitió operar sin repercusiones. “El pueblo nos ve como santos, pero aquí no hay redención”, murmura.
Escena 2: Última llamada a la acción. Vicente lanza una advertencia al gobierno local desde un lugar oculto, responsabilizándolos por su seguridad y la de su familia.
Mientras se escucha el sonido de campanas de la iglesia a lo lejos, la obra termina con la imagen de un Vicente dividido entre su rol de víctima y la sombra de sus propios crímenes.