- Sheinbaum y Américo al frente de la contingencia
Por María Jaramillo Alanís
Las próximas horas serán determinantes para miles de familias asentadas en la zona conurbada del sur de Tamaulipas. Se espera una nueva y peligrosa subida del nivel del agua el sistema lagunario, derivada del desbordamiento de los ríos Tamesí y Guayalejo, lo que inevitablemente podría provocar inundaciones en casas habitación, afectando a comunidades ya golpeadas por las intensas lluvias que trajo consigo la tormenta tropical “Barry”.
En este contexto de riesgo inminente, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo llegará este viernes a la región. Su presencia en territorio tamaulipeco no es simbólica ni de protocolo: representa el respaldo del Gobierno de México en un momento de alta vulnerabilidad para la población del sur del estado.
Desde el martes por la noche, la coordinadora nacional de Protección Civil, Laura Velázquez Alzúa, se encuentra en Tampico por instrucciones directas de la mandataria federal. En coordinación estrecha con el gobernador Américo Villarreal Anaya, así como con las alcaldías de Tampico, Madero y Altamira, y con el apoyo de la Sedena, Marina y Protección Civil estatal, se han desplegado acciones para atender las zonas más afectadas.
A partir de este miércoles, el gobernador se sumó a los recorridos y trabajos operativos. El viernes, con la visita de la presidenta, se dará un nuevo impulso a la estrategia conjunta que prioriza la seguridad de las personas por encima de todo.
Porque más allá de la emergencia inmediata, este gesto presidencial debe abrir paso a una visión de largo plazo: la limpieza de los ríos que desembocan al mar, la reforestación de cuencas, y la protección estructural de las ciudades frente al cambio climático. Ya no se puede seguir construyendo sobre arroyos, riberas o laderas inestables. Tarde o temprano, la naturaleza reclamará lo que siempre ha sido suyo.
Hoy más que nunca, a los tres órdenes de gobierno les toca cumplir con un deber esencial: cuidar la vida.
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.
