Seguridad con visión de Estado

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Por María Jaramillo Alanís

El gobernador Américo Villarreal Anaya encabezó el pasado jueves la entrega de 63 patrullas a municipios de la frontera norte de Tamaulipas, una región estratégica donde vive más del 50% de la población del estado.

La entrega de los vehículos se llevó a cabo en Miguel Alemán, con la presencia del alcalde panista Ramiro Cortés Barrera, quien fungió como anfitrión, en un acto que refleja que la seguridad pública no tiene colores partidistas, pero sí compromisos firmes.

Estas unidades forman parte del paquete de 330 vehículos que se están distribuyendo en todo Tamaulipas, como resultado del trabajo conjunto entre el gobierno estatal y la Federación que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Estos vehículos serán asignados de acuerdo a los niveles de incidencia delictiva en cada municipio.

El secretario de Seguridad Pública, general Carlos Arturo Pancardo, afirmó: esta estrategia no es solo operativa, también es humana. Se busca patrullar con firmeza, pero desde una lógica de respeto a los derechos humanos, de cercanía con la población, y de prevención, atendiendo de fondo y de frente las causas de la violencia.

En el evento estuvieron presentes las fuerzas armadas y los alcaldes de la región fronteriza. Ahí, Villarreal Anaya reafirmó su compromiso de seguir trabajando en unidad, sin distingos, por la seguridad de todos los tamaulipecos.

Más tarde, el mandatario supervisó el arranque de las Estaciones Seguras en Miguel Alemán y Reynosa. Son puntos de vigilancia y auxilio, pensados para brindar confianza y apoyo a quienes transitan por nuestras carreteras, especialmente en tramos de alta movilidad, como es la zona  fronteriza.

En Tamaulipas se avanza con hechos, no con discursos. La coordinación entre niveles de gobierno, y la voluntad de servir por encima de intereses personales o partidos, empieza a dar resultados tangibles.

Porque quien diga que este gobierno solo atiende a unos cuantos, miente. Prueba de ello es que, pese a la actitud irrespetuosa del alcalde de Reynosa, el gobernador no ha dejado de responder a las necesidades de su gente. Esa es la diferencia entre el deber institucional y la mezquindad política.

Y si alguien duda que se puede gobernar con respeto, basta mirar a Miguel Alemán. Con el biólogo Cortés Barrera, alcalde panista, hay lo que nunca hubo antes: gobernanza, diálogo, unidad y respeto mutuo. Algo impensable en los tiempos del prófugo que despachaba desde Casa Tam.

Aquí no hay fobias ni revanchas. Hay un gobierno que escucha, actúa y transforma.

Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.

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