Por María Jaramillo Alanís
El primer informe de Claudia Sheinbaum no solo fue un ejercicio de rendición de cuentas nacional, también funcionó como un mapa de prioridades regionales. En ese terreno, Tamaulipas salió particularmente beneficiado, lo cual refleja dos factores: el peso geopolítico y económico del estado, y la interlocución directa que ha logrado el gobernador Américo Villarreal Anaya con la Presidencia y las dependencias federales.
1. Salud como bandera social.
Que en el informe aparezcan dos hospitales de gran calado (IMSS Bienestar en Madero y el ISSSTE en Tampico), junto con la nueva clínica en Díaz Ordaz, no es casual. Habla de una apuesta presidencial por consolidar la cobertura sanitaria en una entidad marcada por la desigualdad regional. Además, es un tema que políticamente rinde frutos inmediatos.
2. Agua y agricultura, temas de supervivencia.
La inclusión del acueducto de Ciudad Victoria entre los 20 proyectos estratégicos eleva el perfil de una obra largamente demandada. En paralelo, la tecnificación del riego apunta al agro tamaulipeco, clave en la autosuficiencia alimentaria. Aquí se combina la presión ciudadana con la visión federal de seguridad hídrica y alimentaria.
3. Seguridad fronteriza, prioridad compartida.
La mención expresa a Tamaulipas dentro del esquema de cooperación con Estados Unidos muestra que la frontera tamaulipeca es pieza central en la agenda bilateral. Patrullajes y puestos móviles son medidas tácticas, pero el trasfondo es político: Washington también puso la mirada en este estado.
4. Infraestructura y comercio exterior.
La suma de proyectos carreteros (Corredor del Golfo, Puente Internacional en Laredo) y ferroviarios (Saltillo-Nuevo Laredo) coloca a Tamaulipas como puerta logística del país. Esto se complementa con las inversiones en los puertos de Altamira y Matamoros, lo que perfila al estado como un hub comercial y energético del noreste.
5. Reindustrialización y empleos.
Que Altamira figure como uno de los 15 polos de desarrollo industrial del Plan México lo posiciona en el tablero nacional de atracción de inversiones. Se trata de proyectos que no solo implican cifras millonarias, sino que pueden redefinir el perfil laboral del sur de Tamaulipas.
En conjunto, Tamaulipas fue uno de los estados más favorecidos en el primer informe de Sheinbaum, lo cual puede leerse como un espaldarazo político a Américo Villarreal, pero también como el reconocimiento a la relevancia estratégica del estado en la agenda nacional: salud, agua, seguridad, comercio exterior y reindustrialización.
Efectivamente, a Tamaulipas le fue muy bien en el primer informe de la presidenta Claudia Sheinbaum. El estado quedó en la mira nacional con proyectos estratégicos que van desde hospitales y acueductos hasta carreteras, puertos y polos industriales.
Pero no basta con aparecer en el documento presidencial: urge trascender como potencia logística y energética, aprovechar la posición geográfica y el potencial industrial, sin dejar de lado lo que siempre será vital: el campo y la seguridad y abatir la impunidad.
Solo así, con resultados tangibles y con una política pública que combine infraestructura, inversión y paz social, lo que se anunció como proyectos podrá convertirse en una realidad que ocurra para bien de todas y todos los tamaulipecos.
Ojalá lo veamos y lo contemos…
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.