Por María Jaramillo Alanís
La visita del lusitano Francisco André, Embajador de la Unión Europea en México, no fue solo un acto protocolario: significó un reconocimiento a los avances del gobierno de Américo Villarreal Anaya, especialmente en materia de seguridad pública, pero también dejó claro que Europa observa con lupa el desempeño de Tamaulipas.
Durante su gira de tres días, el diplomático recorrió infraestructura estratégica —el Puerto del Norte en Matamoros y el de Altamira— y escuchó de las autoridades las ventajas competitivas del estado. No fue un simple intercambio de cortesías: lo que está en juego es la posibilidad de atraer capitales europeos en sectores de alto valor, algo que solo será posible si se mantiene la tendencia de reducción de violencia y se garantiza certeza jurídica.
El gobernador Villarreal Anaya aprovechó el momento para proyectar a Tamaulipas como el principal puente marítimo entre México y la Unión Europea, un mercado de 450 millones de consumidores.
Sin embargo, la presentación de la gira dejó al descubierto un punto débil: la actuación de Ninfa Cantú de Andar al frente de la Secretaría de Economía ha sido, hasta ahora, poco proactiva.
Su papel en este encuentro fue meramente de presentadora, cuando de ella se esperaría liderazgo en el diseño de estrategias para detonar los polos vitales que hoy el propio gobierno federal reconoce como prioritarios para el desarrollo de México.
En la víspera del Informe del gobernador Américo Villarreal, este espaldarazo europeo cierra el ciclo de los primeros tres años de la administración de la Transformación.
El mensaje es claro: el gobierno debe meter el acelerador, traducir la confianza internacional en inversión productiva y, de ser necesario, deshacerse de los lastres que impiden avanzar, como el pobre desempeño en la Secretaría de Economía.
Aunque hay que apuntar que en el contexto actual la Unión Europea tal y como la conocemos se conformó con el Tratado de Maastricht de 1992, firmado por los 12 países miembros en aquel momento. Sin embargo, las bases de la UE se encuentran en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA), fundada tras el fin de la II Guerra Mundial para asegurar la paz y la cooperación en el continente integrando sectores estratégicos de seis países; Francia, Alemania Occidental, Italia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. La CECA evolucionaría en 1957 a la Comunidad Económica Europea (CEE) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM), un paso más en la integración de sus miembros que sentaría las bases para el mercado común.
Y hoy mismo la dirigente Ursula Gertrud von der Leyen, nacida como Ursula Gertrud Albrecht, es una política y médica alemana del Partido Popular Europeo, actual presidenta de la Comisión Europea desde diciembre de 2019, ha sido cuestionada por estar de acuerdo con Donald Trump en sus políticas contra todos los países que no se dobleguen a sus intereses.
Es importante saber que la UE busca en otros lares a quienes les surtan de gas, carbón y quizá hasta acero, aunque no todos los países estén de acuerdo pues les saldrá más caro el caldo de las albóndigas. Es decir, cerrar la llave del gas Ruso el costo les saldrá al triple. La políticas expansionistas e imperialistas de Trump se lleva de encuentro al viejo Continente.
Por eso hoy vemos como el embajador de la UE, busca mercados emergentes que resuelvan la crisis que se profundizará con el invierno, y Tamaulipas está en su radar.
Si no se actúa con decisión y se aprovecha la situación que se vive en Europa, y además del momento histórico por el que atraviesa Tamaulipas, puede desperdiciarse y no volverá a presentarse la oportunidad.
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.



