Una nueva era en el Poder Judicial de Tamaulipas

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Por María Jaramillo Alanís

Tamaulipas está a punto de vivir un momento histórico. Este martes, en sesión solemne del Congreso del Estado, rendirán protesta las 147 personas juzgadoras electas en las urnas por la ciudadanía tamaulipeca, dando inicio a un nuevo paradigma en la impartición de justicia. La ceremonia se llevará a cabo en el Polyforum de Victoria, con la presencia del gobernador Américo Villarreal Anaya, quien encabezará a la clase política de la entidad.

La toma de protesta de las diez magistraturas que integran el Pleno del Supremo Tribunal de Justicia (STJ) representa un hecho sin precedente: el Poder Judicial, a partir de ahora, contará con la misma legitimidad democrática que el Ejecutivo y el Legislativo.

La nueva etapa estará encabezada por la magistrada presidenta Tania Contreras López, quien asume la responsabilidad de conducir la justicia en Tamaulipas bajo un esquema que responde al mandato popular.

El Pleno del STJ quedará conformado por las magistradas Teresa Blanco Alvizo, Guillermina Reynoso Ochoa, Griselda Vázquez García y Minerva Cáceres Vázquez, así como por los magistrados Ignacio García Zúñiga, Adrián Sánchez Salazar, Óscar Lara Sosa, Raúl Robles Caballero y Esteban Etienne Ruiz.

Con esta renovación, Tamaulipas se convierte en referente nacional, pues es de las primeras entidades en elegir a sus jueces mediante el voto directo, un paso que fortalece la confianza en las instituciones y acerca la justicia a la ciudadanía.

 La responsabilidad que asumen las y los nuevos juzgadores es enorme: garantizar que el acceso a la justicia sea pronto, expedito y sin privilegios, como lo mandata la Constitución.

La vieja consigna de la izquierda mexicana de que “el pueblo elija a sus jueces” hoy se materializa en Tamaulipas, abriendo la puerta a que el sistema de justicia sea realmente representativo.

Pero la transformación no puede quedarse a medias: es tiempo de que el pueblo también elija a quien debe investigar y castigar el delito.

Por ello, la ciudadanía debe asumir un papel activo para que este nuevo Poder Judicial no se burocratice ni se aleje de la población.

La vigilancia social será fundamental: supervisar cada proceso, exigir resoluciones justas y denunciar cualquier intento de corrupción o favoritismo. Solo así la justicia será verdaderamente del pueblo y para el pueblo.

Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.

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