Por María Jaramillo Alanís
La creciente del Río Pánuco puso en alerta a la zona sur de Tamaulipas, pero esta vez la prevención llegó antes que la emergencia. La coordinación temprana entre el gobernador Américo Villarreal Anaya, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la Coordinación Nacional de Protección Civil fue clave para anticiparse a los riesgos y mantener informada a la población.
Desde el martes, el gobernador instaló una Mesa de Coordinación en Tampico y envió a su secretario de Recursos Hidráulicos y al coordinador estatal de Protección Civil para trabajar junto con la Comisión Nacional del Agua en el monitoreo permanente del cauce. A esto se sumó el respaldo del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, que activaron albergues y protocolos de auxilio para las familias de zonas bajas y aledañas a la ribera y lagunas.
Lejos de la simulación, Américo Villarreal encabezó personalmente los trabajos: el viernes sobrevoló en helicóptero el Río Pánuco para evaluar el nivel del agua y tomar decisiones inmediatas. Y el sábado, la presidenta Claudia Sheinbaum acudió a Tampico para recibir el parte de la situación, refrendar el apoyo de su gobierno y reconocer el operativo preventivo.
De acuerdo con el informe presentado a la presidenta, el trabajo oportuno de vigilancia, coordinación y prevención permitió disminuir riesgos y proteger vidas humanas.

No obstante, Sheinbaum fue clara: no se debe bajar la guardia, pues un cambio repentino en el nivel del río podría sorprender a la población. Por ello, la vigilancia continúa hasta descartar cualquier contingencia.
Esta actuación demuestra algo fundamental: cuando hay liderazgo y voluntad política, la protección civil se convierte en política de Estado.
No se esperó a que la tragedia sucediera; se actuó antes. Y eso marca una diferencia profunda respecto a autoridades que solo reaccionan cuando se les ordena y no por verdadera vocación de servicio.
El sur de Tamaulipas fue testigo de un modelo ejemplar de coordinación entre Federación y Estado, donde la prevención, el monitoreo técnico y la presencia directa de las máximas autoridades generaron confianza y resultados.
Este es el camino: unir capacidades, compartir información y actuar con responsabilidad. Si este esquema se replica en todo el país, la protección de la vida y la seguridad de la población estarán garantizadas.
Tamaulipas demuestra que cuando se coordina bien, ganamos todos.
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.



