Por María Jaramillo Alanís
El efecto dominó de la corrupción en Tamaulipas ha comenzado a cobrar factura. Siete funcionarios del círculo más cercano al exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca fueron vinculados a proceso por diversos delitos cometidos durante su administración, entre ellos el uso ilícito de atribuciones y facultades, abuso de autoridad y ejercicio indebido del servicio público.
Apenas unos días atrás, el exsecretario de Desarrollo Económico, Carlos “N”, fue vinculado en dos causas penales distintas, mientras que Rómulo “N”, exsecretario de Bienestar Social, y Enrique “N”, exsubsecretario de Administración y Finanzas de Salud, corrieron la misma suerte. Todos, figuras con peso político durante el sexenio panista que ahora deben rendir cuentas ante la justicia.
Pero la lista no termina ahí. También fueron vinculados Reynaldo “N”, Armando “N”, Isaías “N” y Eduardo “N”, exfuncionarios de la Secretaría de Obras Públicas, señalados por irregularidades en licitaciones, obras infladas y favoritismos en contratos.
La Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Tamaulipas parece estar desmantelando pieza por pieza, la estructura que durante años operó con total impunidad bajo el cobijo de un gobierno que hizo del poder un negocio familiar y político.
Cabeza de Vaca puede fingir serenidad desde su escondite, pero cada audiencia, cada carpeta judicial, cada vinculación, le cercan más el cerco de la justicia. Los nombres expuestos no son simples burócratas, son engranajes del mismo sistema que saqueó a Tamaulipas mientras su jefe se vendía como “defensor de la legalidad”.
La justicia se está tomando su tiempo, pero ha comenzado a poner orden. El mensaje es claro: la era de los intocables terminó. Y aunque el exgobernador siga apelando a su retórica de persecución política, los hechos, los expedientes y las audiencias hablan por sí solos.
El brazo de la justicia —ese que él creyó inútil— ya alcanzó a sus operadores más fieles. Y solo falta que la Suprema Corte de Justicia de la Nación haga su trabajo y deje sin efecto el amparo que protege a Vaca, para que de una vez por todas lo veamos en la cárcel.
Desde Mi Trinchera…



