Por María Jaramillo Alanís
En un contexto global donde los desafíos económicos y climáticos ponen a prueba a los sectores agrícolas, Tamaulipas se mantiene como líder nacional en la producción de sorgo.
Este grano, fundamental para la industria de alimentos balanceados, no solo representa una fuente significativa de ingresos para el estado, sino que también simboliza la resiliencia y el ingenio de sus productores.
Durante los meses de junio y julio, miles de hectáreas en Tamaulipas entran en plena actividad con la cosecha del sorgo, un proceso que refleja el arduo trabajo de un ciclo agrícola meticulosamente planificado.
Con más de 666 mil hectáreas dedicadas al cultivo de este grano, el estado aporta más de la mitad de la producción nacional, consolidando su posición como un pilar en el sector agrícola de México.
Este periodo es particularmente relevante para los Distritos de Desarrollo Rural (DDR) Control, San Fernando y Díaz Ordaz, pero también para Abasolo, González, Mante y Victoria, donde se lleva a cabo la recolección del grano.
Tamaulipas ha establecido 509,253.40 hectáreas de temporal y 156,986.04 hectáreas de riego para la producción de sorgo, un cultivo que ha posicionado a la entidad como líder a nivel nacional.
Sin embargo, mantener y fortalecer este liderazgo requiere más que esfuerzo en el campo.
El próximo lunes el gobernador anunciará los apoyos estatales extraordinarios para los productores de sorgo, aun no se sabe de qué tamaño son esos recursos ni de qué partida presupuestal saldrán, por eso es necesario de parte de los productores que no se haga costumbre, pues lo agricultores saben que el precio de tonelada de sorgo no se marca en México sino en la Bolsa de Valores de Chicago, Illinois.
Ojalá que la decisión de entregar apoyos extraordinarios de parte del gobierno federal y estatal, no se haga costumbre y los sorgueros no tomen como práctica-nociva y dañina- “cerrar” carreteras para obtener esos apoyos, pues hay que recordar que los recursos públicos son de todos, no solo de los agricultores.
Es aquí donde el gobierno estatal, encabezado por el gobernador Américo Villarreal Anaya, ha mostrado un compromiso inquebrantable con los productores.
En un momento histórico, Villarreal Anaya se ha posicionado como un defensor decidido de los intereses de este sector, no solo ante las instancias nacionales, sino también en el escenario internacional.
El gobernador ha subrayado la importancia de añadir valor a la producción local de sorgo, explorando mercados en Asia y promoviendo la creación de cooperativas y plantas de procesamiento.
Estas iniciativas no solo buscan diversificar las fuentes de ingreso para los productores, sino también asegurar la competitividad de Tamaulipas en un mercado cada vez más globalizado.
Más allá de las propuestas, la esencia de este liderazgo reside en la capacidad de unir esfuerzos.
El compromiso mutuo entre el gobierno estatal y los productores de sorgo para trabajar de manera conjunta es una lección de cooperación y visión compartida, elementos cruciales para enfrentar las incertidumbres del mercado y los efectos del cambio climático.
En un país donde la agricultura enfrenta numerosos retos, desde la falta de infraestructura hasta la incertidumbre en las políticas públicas, Tamaulipas está demostrando que el liderazgo proactivo y la colaboración son la clave para asegurar un futuro próspero para el campo.
Es fundamental que este ejemplo sea replicado en otras regiones del país, y que el gobierno federal apoye y fomente estas iniciativas.
El sorgo no es solo un cultivo; es un símbolo del esfuerzo colectivo y de la capacidad de Tamaulipas para innovar y adaptarse a las nuevas realidades. En este sentido, Villarreal Anaya ha mostrado que el verdadero liderazgo consiste en estar al lado de quienes trabajan la tierra, escucharlos y convertir sus necesidades en prioridades de gobierno.
Con una visión clara y un enfoque decidido, Tamaulipas está marcando el camino para el futuro de la agricultura en México.
Por otra parte el liderazgo, bien merece ser reconocido y apoyado en todos los niveles.
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.