Por María Jaramillo Alanís
Hoy, Victoria se encuentra en una etapa crucial de su historia. Tras tres años de gestión, podemos mirar atrás y ver cómo los esfuerzos de un gobierno cercano al pueblo han comenzado a rendir frutos palpables, reflejando una transformación evidente en los servicios públicos, la infraestructura, el desarrollo económico y, sobre todo, en la calidad de vida de los victorenses.
El mensaje de Lalo Gattás durante su Toma de Protesta fue claro: el primer piso de la Transformación está completo. En estos tres años, no solo se enfrentaron retos, sino que se alcanzaron logros significativos. Uno de los aspectos más destacables es la implementación de una política de austeridad y ahorro, que permitió dirigir recursos de manera eficiente hacia donde más se necesitaban: los servicios públicos.
A pesar de la guerra en sotto voce, las cifras hablan: Más de 60 mil garrafones de agua distribuidos, 10 mil beneficiarios con tarjetas de descuento y 8,500 comidas calientes al año, son solo algunos ejemplos de cómo el gobierno ha priorizado el bienestar de los más vulnerables. Además, se realizaron más de 10 mil audiencias en las jornadas de Tardes Familia, un testimonio claro de un gobierno que escucha a su gente y busca soluciones cercanas y prácticas.
En cuanto a la infraestructura, la inversión histórica de $1,600 millones de pesos en los últimos dos años refleja un compromiso sin precedentes con el desarrollo de nuestra capital.
Pero además -y a pesar de lo que venga a decir la mensajera Zabaleta-, se han pavimentado más de 409 calles y mejorado significativamente la infraestructura de movilidad, lo cual no solo mejora la calidad de vida diaria de los ciudadanos, sino que también impulsa el desarrollo económico y social.
El mejoramiento de los servicios públicos ha sido otro pilar clave de esta administración. Las más de 65 mil acciones de mantenimiento e instalación de luminarias no solo han mejorado la seguridad en las calles, sino que también han devuelto la confianza a los habitantes de Victoria en su gobierno local.
En el tema de la recolección de basura, la eficiencia ha alcanzado el 96%, gracias a la adquisición de nuevos camiones, reflejo de una colaboración estrecha con el gobierno estatal y federal.
El trabajo en conjunto con el Sistema DIF, cuyo rostro humanista de la Dra. María de Villarreal y de Lucía de Gattás, ha sido fundamental en la puesta en marcha de proyectos sociales que buscan atender a las familias más necesitadas.
Como mencionó el alcalde en su discurso, no habría sido posible lograr estos avances sin el apoyo constante y decidido del gobernador Américo Villarreal Anaya, y sin la mano amiga de su esposa María de Villarreal, que han estado presentes en cada paso de esta transformación.
Sin duda, lo que se ha construido hasta hoy es solo el inicio, pues la transformación continúa, y ahora, al arribo de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, Victoria seguirá consolidándose como un municipio con un futuro prometedor en lo económico, social y turístico.
Las palabras de cierre de la toma de protesta son una invitación a seguir adelante: “Victoria, es, será y seguirá siendo, orgullosamente, la Capital de Tamaulipas”. Este es un llamado a la unidad y al esfuerzo colectivo, pues solo juntos podremos seguir construyendo una ciudad más justa, segura y próspera.
El segundo piso de esta transformación ya está en marcha con Claudia, Américo y Gattás y aquellos que no lo entiendan así, no sé qué diantre hacen en la 4T.
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.
