- Los retos por resolver
Por María Jaramillo Alanís
Este domingo 6 de octubre, en el 274 aniversario de la fundación de Ciudad Victoria, el gobernador Américo Villarreal Anaya celebrará sus primeros dos años al frente de la administración en Tamaulipas. Y se festeja con un evento que marca un antes y un después en la forma de rendir cuentas.
Un conversatorio denominado “Dos años. Memorias de una transformación”, que se llevará a cabo en el Teatro Amalia González Caballero. Este formato, inusual en el escenario político, deja claro que la transparencia y la cercanía con los ciudadanos son ejes centrales de su gobierno. Se requerirá de una escucha atenta y real para retroalimentarse, que es el objetivo de este tipo de ejercicios que sanean el quehacer político.
Villarreal Anaya fue testigo de la toma de protesta de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo como la primera mujer presidenta de México en 200 años, en donde dictó un decálogo que deberán acatar todas los gobiernos morenistas a más tardar los primeros 100 días de su administración y ahí está incluido Tamaulipas.
Pues así como la presidenta Sheinbaum, en estos 730 días de gobierno de la 4ª Transformación en Tamaulipas el gobernador Villarreal, con un enfoque humanista tendrá que echar mano de todas sus capacidades para también cumplirle a la población, que hoy más que nunca está pendiente, no sólo de política sino de cada propuesta y promesa de gobierno.
Y lejos de la rigidez de los informes tradicionales, el conversatorio será un espacio de diálogo donde Villarreal Anaya compartirá con los ciudadanos los logros, retos y avances de su gestión, y escuchará de primera mano sus inquietudes y expectativas.
Entre los principales logros de estos dos años, destacan los avances en áreas como infraestructura, con la mejora de caminos y espacios públicos; desarrollo social, con programas que han beneficiado directamente a las familias más vulnerables; y seguridad, un tema sensible que, aunque ha mostrado avances, sigue siendo un desafío. Sin embargo, es claro que la administración ha sentado las bases para un cambio real, que apunta a un Tamaulipas más próspero y seguro.
Este tipo de iniciativas no solo fortalecen la confianza en las instituciones, sino que también promueven un sentido de comunidad en Tamaulipas, algo que es crucial para enfrentar los retos futuros. Los dos primeros años de la administración han sido de construcción y transformación, pero lo que está por venir será clave para consolidar ese cambio.
Con la mirada puesta en el futuro, el gobernador Villarreal Anaya sigue enfocado en consolidar un estado más justo, seguro y lleno de oportunidades para todos. Y en ese camino, Tamaulipas continuará siendo un ejemplo de que la transformación verdadera es posible cuando se gobierna para la población.
- Los retos por resolver
A dos años del gobierno de la 4ª Transformación en Tamaulipas, se han logrado avances importantes en diversas áreas. Sin embargo, aún hay desafíos que siguen siendo prioritarios para garantizar el bienestar y la seguridad de la ciudadanía.
Entre los temas más urgentes se encuentran la seguridad en todo el estado, la atención a los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas, el apoyo a periodistas, y la ley de protección de defensores de derechos humanos.
Aunque existe la percepción de que la violencia no ha golpeado como en el pasado, es uno de los retos más críticos, la seguridad. A pesar de los esfuerzos de la administración, los índices de violencia persisten en varios puntos de Tamaulipas.
La tranquilidad sigue siendo un reclamo constante de la ciudadanía, especialmente en áreas rurales y zona fronteriza donde la presencia de grupos delictivos continúa amenazando la estabilidad social. Este problema no solo puede afectar la percepción de seguridad, sino también la inversión y el desarrollo económico de la entidad.
Igualmente preocupante es la situación de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas. Con más de 13 mil personas desaparecidas, el estado enfrenta una de las crisis humanitarias, -que no ha provocado este gobierno morenista, eso hay que puntualizarlo- más severas del país y es un tema que en el pasado reciente no se le dio atención.
Hoy sigue siendo escaso el acompañamiento que han recibido estos colectivos por parte de las oficinas encargadas de este doloroso tema, a pesar de los llamados constantes, ha generado descontento y desesperación entre las familias de las víctimas. La falta de recursos, apoyo institucional y un marco legal adecuado para atender esta tragedia son tareas pendientes que exigen una respuesta inmediata.
Otro compromiso que aún no se ha cumplido en su totalidad es el fondo de apoyo a las y los periodistas. Este fue un anuncio que el gobernador Villarreal Anaya realizó durante su primer año de mandato, con la promesa de ofrecer mayores garantías y recursos para los trabajadores de la información, recursos que tienen que ver con profesionalizar, protección social, y todas y todos nos encontramos en una situación de alta vulnerabilidad.
Hasta el momento, este fondo no se ha puesto en marcha y tampoco se sabe qué o quiénes son los obstáculos, y seguimos esperando las mujeres y hombres que no contamos con seguridad social y sin protección necesaria para ejercer el periodismo.
Finalmente, sigue pendiente la aprobación de la Ley de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, una legislación crucial para salvaguardar la integridad de quienes dedican su vida a la defensa de los derechos fundamentales y a la libertad de expresión.
Aunque esta ley fue propuesta y hace más de un año que no sé sabe qué fin ha tenido este trabajo que nos conviene a todas y todos, ahora que los morenistas cuentan con mayoría calificada en el Congreso local, la afinen, mejoren, discutan y en su caso la aprueben, es importante apuntar que el trabajo está a medias, lo que deja un vacío legal que vulnera a las y los periodistas de Tamaulipas.
Estos desafíos son fundamentales para consolidar el proyecto de transformación en el estado. Aunque se han sentado las bases para un cambio positivo en Tamaulipas, la verdadera transformación implica enfrentar con decisión y responsabilidad estos problemas, que afectan directamente la vida de miles de ciudadanos.
El éxito de los próximos años dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para atender estos pendientes con eficacia y sensibilidad, poniendo siempre en el centro a las personas y sus derechos.
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.