María Jaramillo Alanís
La gira de trabajo del gobernador Américo por la frontera de Tamaulipas, extraña a propios y extraños. Hacía al menos doce años que un gobernador no pasaba más de un día en la frontera y era visita de entrada por salida, el doctor sabiendo lo que duele en la franja fronteriza sabía que no era cosa de un día, y volverá a la Capital el fin de semana, si bien nos va.
Hacía falta que un gobernador se sentará no sólo a arrancar programas, revisar la seguridad, además de lo que se hace en materia migratoria para recibir a los paisanos que son deportados por el zafado de Trump.
Y mire, no se crea que solo son obras de infraestructura, fotos y placeo de los personajes que se cuelan a la comitiva del gobernador, también se dará tiempo para poner en su lugar a alcaldes y alcaldesas que se cruzan de brazos frente a las amenazas de Trump, pues ellas y ellos deben entender que no se mandan solos y que sus esfuerzos deben estar dedicados a la población, les guste o no. Ejemplos; Carmen Lilia Cantú Rosas y el hijito de mami Carlos Peña Ortiz.
Obviamente se fortalecen las decisiones y una visión de largo plazo. La gira del gobernador por la región no solo ratificó su compromiso con la seguridad, sino que reafirmó su determinación de consolidar al estado como un eje estratégico en la reindustrialización del país.
En Reynosa, encabezó la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, un encuentro clave donde autoridades de los tres niveles de gobierno revisaron los avances en materia de seguridad y reforzaron estrategias para seguir reduciendo la incidencia delictiva. La prioridad es clara: fortalecer la vigilancia en zonas estratégicas, disminuir tiempos de respuesta y, sobre todo, reconstruir la confianza ciudadana en las instituciones.
Los resultados ya son visibles. La estrategia estatal ha permitido una reducción sostenida en delitos de alto impacto, gracias al uso de inteligencia operativa y una mejor coordinación interinstitucional. No se trata solo de cifras o discursos, sino de devolverle a la gente la certeza de que Tamaulipas avanza hacia la paz.
La seguridad es un tema que en el pasado se soslayó y es toral para el desarrollo no sólo de la frontera sino de todo Tamaulipas.
Durante la gira, el gobernador dio el banderazo de inicio a la construcción de la Planta de Fertilizantes en Reynosa, un proyecto que impulsará el crecimiento económico de la región y posicionará a Tamaulipas como un actor clave en la industria de insumos agrícolas.
Respaldado por la empresa TrifertiTam, compuesta por Oleum Energy, Grupo Jebla y Legacy Holding es decir, inversión privada, una asentada en los Emiratos Árabes, otra en San Pedro, Nuevo León, y el Grupo Jebla en la Ciudad de México, liderado por Eduardo Cárdenas. Este complejo industrial permitirá la producción de urea y amoníaco, reduciendo la dependencia de importaciones y garantizando insumos estratégicos para el campo mexicano.
Además, generará más de 1,500 empleos directos e indirectos, consolidándose como un motor de desarrollo para la frontera.
Tamaulipas es ya el primer productor nacional de energía, con más de 8,400 megawatts generados, cuenta con vastos yacimientos de gas en la Cuenca de Burgos y mantiene una relación estratégica con Estados Unidos para el acceso a recursos energéticos en condiciones competitivas.
Con la planta de fertilizantes, se avanza hacia un modelo más sustentable, donde el estado no solo exporte materia prima, sino que genere valor agregado y consolide su industria.
La transformación de Tamaulipas afirma Villarreal Anaya, no es una promesa, es una realidad que se construye con acciones concretas. Con seguridad, inversión y visión estratégica, el estado se posiciona como un pilar clave en la Cuarta Transformación, alineado con el proyecto de nación encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Tamaulipas demuestra que el desarrollo ya no es una aspiración, sino un camino que ya está en marcha. Y lo recorre con rumbo claro.
Sin duda, un proyecto de largo aliento que junto con el plan Nacional Hídrico, le regresará a Tamaulipas el rostro de estado productor de granos que nos llevará inevitablemente a la autosuficiencia alimentaria.
Ojalá lo veamos para contarlo y sino pues también.
Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.
