Por María Jaramillo Alanís
Cierto, parecía lejano el día en que Victoria se quedará sin agua, pues ya está pasando.
En las más de 400 colonias de Victoria se tiene una calendarización de agua sectorizada, tres días con agua en los diferentes colonias, el resto de la semana no hay. Y a partir de la próxima semana no sabremos cómo nos podrán surtir de agua la Comapa-Victoria.
Si los gobiernos anteriores hubiesen hecho caso de que urgía la construcción de la segunda línea del acueducto, estuviésemos contando otra historia.
Hubo lluvias, pero no tuvieron voluntad política para echar a volar el proyecto de la segunda línea del acueducto que desde los gobiernos del PRIAN conocieron sus presidentes y se quedó en el escritorio, arrumbado.
La Presa Vicente Guerrero está ubicada en Padilla. Su embalse es el sexto mayor de México con una capacidad de 3,910 millones de metros cúbicos de agua al NAMO, ( Nivel de aguas Máximas ordinarias) -actualmente tiene 418 millones de metros cúbicos-, abarcando una superficie aproximada de 38,000 hectáreas.
Y el acueducto Guadalupe Victoria se proyectó en 1987 por el ingeniero hidráulico y gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Guerra y en 1992 entra en operaciones, dándole agua a Victoria casi para toda la vida.
El agua y el acueducto tenían término, y llegó la hora.
Se juntaron la desidia política, el valemadrismo prianista y la corrupción galopante de los sexenios perdidos, que protegieron negocios “de energías limpias” pero nunca la protección del agua y su uso correcto en las comunidades.
Hoy con un chisguete de agua, ciertamente-diría el babosete presidente mariguano, sí, Fox-tenemos que llegar al próximo año para el arranque de la construcción de la segunda línea del acueducto que resolverá la carencia de agua, sin embargo queda pedir al cielo- así, literalmente – que nos mande agua, solo un milagro nos salvará de la mortandad del campo y la ciudad.
Pues han de saber que en este año los agricultores ya han preparado dos veces la tierra y no llueve, tenían esperanza de que septiembre fuese llovedor, pues tampoco, así la tierra y la agroproduccion siguen esperando también el milagro del agua.
‘Ora si mucho me apuran habría que exigirles a las empresa como la Coca cola, que sus excedentes del pozo que explotan se los entreguen al organismo del agua estatal o bien municipal.
Y así como la Coca Cola, hay otras empresas y particulares que dejen de sobrexplotar los pozos autorizados por la CNA, pero además que compartan el agua con los habitantes de Victoria.
Conozco muchos que tienen pozos sin autorización de la CNA y hasta venden el agua más delante. Aquí la CNA ha actuado con tibieza y ya llegó el tiempo de meter orden a todos los huachicoleros del agua.
Agua hay, pero en manos de grandes empresas y particulares.
El acueducto va, y lo hará otro Américo, está vez el doctor Villarreal Anaya.
Ojalá nos alcance la vida para disfrutarlo y no esperen otra catástrofe hídrica para resolver los grandes problemas.
Desde mi Trinchera Vietnamita más Janambre que nunca.