- Gas ENGIE en Matamoros sigue omiso a su responsabilidad
- A casi un año de la explosión, su familia lo recuerda cerrando el tráfico en la calle 6ª y frente a la alcaldía.
Por Alberto Camacho /María Jaramillo Alanís
Matamoros, Tamaulipas.-A casi un año de la explosión, la familia de Tahlía N, recuerda en medio de la vía pública la desgracia que les ha tocado vivir. Ahí a mitad de la calle 6a, justo frente al edificio de la alcaldía de Matamoros, se apostaron en una protesta pacífica en la que solo exigen a la empresa Gas Natural en Matamoros – ENGIE -se haga responsable de la explosión donde Tahlía sufrió quemaduras en el 53 por ciento de su cuerpo.
La manifestación pacífica, la encabezó Salvador N, quien contó detalladamente las circunstancias que han tenido que pasar para atender la recuperación de su hermana Tahlía en Estados Unidos y por otra parte la batalla legal, que parece perdida, pues la empresa no ha movido un ápice su negativa a pagar por un “accidente” que nunca debió suceder.
A decir de Salvador la finalidad de la protesta es la de mostrar la inconformidad en contra de la empresa de gas ENGIE, la cual dicen que no se ha hecho responsable de los daños que ocasionó desde el año pasado cuando el departamento de su hermana explotó por acumulación de gas.
Cabe señalar que Tahlía no tenía contratado el servicio del gas ENGIE, sino que la tubería instalada en el subsuelo de Matamoros, colapsó en algún sitio y reventó en el baño de la vivienda de Tahlía.
Sobre el accidente, Salvador, hermano de Thalía, dijo que la joven pudo sobrevivir a la explosión, pero desafortunadamente tiene 53 % de su cuerpo quemado y a la fecha la empresa responsable de los hechos no se ha hecho cargo de los daños y los gastos que han tenido que afrontar.
En el sitio web www.yosobreviviente.com Tahlia narra en primera persona lo ocurrido: El 29 de junio de 2023 sobreviví a una explosión por fuga de gas en un claro desafío a la muerte. Dicen que volví a nacer, pero nadie nace con la mitad de su cuerpo con quemaduras. Había que administrar el dolor, las ganas de vivir y también las ganas de ya no seguir. Mi historia parece extraordinaria pero no es lejana a las situaciones explosivas de nuestra vida que nos lastiman, que nos duelen y nos ponen en situaciones difíciles.
Por ironías de la vida, yo tenía miedo al gas, mi departamento tenía estufa y boiler eléctrico, no había instalación de gas ¿qué pasó? Yo no sabía nada, pero las autoridades descubrieron que el gas de la explosión se acumuló en el baño, es decir una fuga se filtró por el drenaje y con la chispa mi vida cambió.
Recibí primeros auxilios en Matamoros pero fui trasladada a un hospital militar en Estados Unidos debido a que el 53% de mi cuerpo tenía quemaduras, me raparon, me vendaron, cortaron la piel de mis manos y mis párpados para salvarlos, me aplicaron medicamentos tan fuertes que perdí el conocimiento por muchos días.
Pasé dos meses en la Unidad de Terapia Intensiva, y otros 40 días hospitalizada. En todo momento me acompañó mi esposo y mi familia, mientras que amigos, conocidos y desconocidos se unieron a cadenas de oración por mí, hasta oídos del Papa Francisco llegó mi caso y me envió un rosario que todavía atesoro con mucho cariño.
A casi un año de la explosión no estoy dada de alta, sigo en recuperación desde casa acompañada de mis tres hijos y en espera de que pronto se haga justicia, pues la empresa responsable del Gas Natural en Matamoros tiene un concepto de responsabilidad mucho más diferente que el mío”
En el sitio web de Tahlía se puede compartir y donar para pagar su rehabilitación y al mismo tiempo se abrió una petición en change.org donde lo que se pide es “Justicia para las víctimas de explosiones de Gas Engie en Matamoros” firmar y presionar a la empresa para que se haga responsable de sus fallos.
Salvador N, mostró un “museo del dolor” que la explosión le dejó a Tahlía y a toda su familia, la cuenta en hospitales asciende al menos en 2 millones de dólares, mismos que han sido solventados por la misma familia.